Evaluación y revisión de operativos policiales de gran envergadura
Le agradezco a Maria Pía Cassettari por su ayuda para hacer la versión en castellano de este site
Por lo general, la evaluación de operativos policiales de gran envergadura se limita a casos de desorden severo y se dificulta por la tensión emergente por la búsqueda de culpas y el aprendizaje para el futuro. La evaluación debería ser un medio para identificar las prácticas recomendables y mejorar el profesionalismo, en lugar de ser un instrumento para sancionar o justificar. Para una fuerza policial que está interesada en el aprendizaje organizativo, no resulta relevante si hubo o no desorden grave. En base a los años de investigación sobre el control del orden público, se recomienda la formación de equipos de evaluación para facilitar la identificación de prácticas recomendables, el intercambio de experiencias y el desarrollo de normas profesionales.
Equipos de evaluación
La idea de los equipos de evaluación consiste en incorporar a funcionarios policiales experimentados de otras fuerzas en la evaluación de operativos policiales de gran envergadura. Estos funcionarios no tendrían que investigar los eventos después del hecho, sino que observarían operativos policiales en tiempo real. De esta manera, la evaluación no versaría sobre los incidentes, sino sobre el manejo profesional de eventos públicos. Tener funcionarios policiales experimentados que observan el despliegue policial y la interacción de la policía con el público presenta varias ventajas. La fuerza policial que dirige el operativo podría recibir un feed-back independiente y bien informado en forma segura. Los efectivos que participan en los equipos de evaluación tendrían la oportunidad de obtener experiencia adicional al observar cómo otra fuerza trabaja sobre el tema del control del orden público. También al involucrar a capacitadores, todas las lecciones aprendidas pueden ser incluidas en futuros cursos de capacitación con mayor facilidad.
© Otto Adang, 2004
Equipo internacional de evaluación Euro 2000:
Malcolm George (Inglaterra), Kenny Scott (Escocia), Wim van de Burgt (Países Bajos, acompañante), Andreas Göhring (Alemania), Thierry Terraube (Francia), Daniel Merlo (Bélgica, acompañante)

Un modelo
Sobre la base de los resultados de los experimentos llevados a cabo desde 1994 en los Países Bajos, se desarrolló un modelo general que fue aplicado en la práctica de forma exitosa durante los campeonatos de fútbol Euro 2000 desarrollado en Bélgica y en los Países Bajos, y durante la Euro 2004, en Portugal. Como elementos claves del modelo, se formularon varios puntos de partida.

1. Responsabilidad
Cada organización es responsable por su propia evaluación, y en última instancia esta responsabilidad recae en la autoridad competente. Dentro de cada organización, cada oficial a cargo necesita evaluar el accionar de las unidades bajo su control e identificar lecciones a aprender para futuras acciones. Cada organización policial debería tener normas mínimas para la evaluación del control del orden público creadas por aquellos que se encuentran involucrados en forma directa con la operación. Si otras personas (colegas, capacitadores, investigadores, miembros de organizaciones no gubernamentales) participan, debe quedar claro bajo la responsabilidad de quién la evaluación será llevada a cabo y cómo se harán los informes correspondientes.

2. Objetivo de la evaluación
El punto de partida de toda evaluación debería ser su objetivo, el cual debe ser determinado por adelantado. Formular el objetivo de la evaluación es esencial para concentrarse en ella. Si el objetivo no está formulado con claridad (tal como ocurre a menudo), no es posible concentrarse en el proceso de recolección de información y resultará más difícil arribar a conclusiones significativas. Al determinar el objetivo de la evaluación, uno debe distinguir entre procedimientos relacionados con el hecho mismo y su enfoque; procedimientos relacionados con la organización en general, separado del hecho específico; y el contexto social de los hechos y la organización. También es importante conocer la etapa en la que uno se encuentra: antes, durante o después del hecho. En principio, la evaluación podría incluir elementos desde la toma de decisiones y preparación, hasta la realización concreta y los resultados obtenidos. Se necesitará trabajar sobre varias preguntas dependiendo del enfoque de la evaluación, a saber:
- ¿La acción se llevó a cabo según era la intención y lo acordado?
- ¿La acción tuvo el efecto previsto respecto de los problemas esperados?
- ¿Qué circunstancias no previstas ocurrieron y por qué?
- ¿Cómo se resolvió?

3. Estructura de la evaluación
Las normas mínimas deberían incluir informes estructurados sobre las operaciones realizadas, que deberían formar parte de los planes operativos. Asimismo, es importante que la evaluación forme parte de un proceso de aprendizaje a largo plazo y que las lecciones que surjan de las evaluaciones sean informadas de forma tal que luego puedan ser recuperadas para el beneficio de futuros operativos.

4. Participación de colegas
La participación de colegas provenientes de otras fuerzas en la evaluación de operativos policiales de gran envergadura potencialmente posee varias ventajas. En el mejor de los casos, quienes participan en la evaluación poseen varios años de experiencia en operativos de gran envergadura, desarrollan funciones en el ámbito táctico o estratégico dentro de su propia organización y han sido sometidos a una capacitación específica que los prepara para una evaluación entre colegas.  Sin embargo, otros individuos también pueden ser utilizados sobre la base de su experiencia específica según sean las necesidades. Para proceder sin problemas a la evaluación entre colegas, es importante establecer algunos puntos de partida:
- La evaluación entre colegas no reemplaza a los informes periódicos sobre operativos y los
  procesos de responsabilidad;
- El objetivo no consiste en la evaluación de los efectivos o de sus acciones sino en analizar
  los procesos relevantes, las decisiones y sus efectos;
- Los evaluadores no interfieren en un operativo ni lo obstaculizan de alguna manera;
- Los evaluadores tienen acceso a toda la información relevante y a aquellos lugares de
  importancia en donde se desarrollen los procesos.

5. Planificación de la evaluación
Para ser efectiva, una evaluación debería ser planeada en forma adecuada, tal como otros aspectos de un operativo policial. El informe evaluativo siempre debería contener los siguientes temas:
- El objetivo de la evaluación (el propósito general será colocar las elecciones principales en el
  centro de atención y dentro del contexto correcto, con el propósito de señalar cuáles fueron
  las consecuencias de estas elecciones y para identificar posibles áreas de crecimiento para el
  futuro);
- El método empleado;
- El contexto del hecho (el ámbito social, las conexiones con hechos previos, normativa actual,
  procedimientos corrientes, progresos recientes);
- Una representación objetivizada en fases respecto de hechos y momentos decisivos (antes,
  durante, después). El objetivo no es realizar la “única” versión “correcta”, pero, de ser
  necesario, indicar en virtud de qué elementos las versiones difieren;
- Un inventario de puntos de interés particular y áreas de crecimiento a medida que son
  identificados por las personas en cuestión;
- Las conclusiones, teniendo en cuenta que se trata de observaciones de hechos y no de
  opiniones;
- Las recomendaciones, con una explicación de cuáles fueron los criterios utilizados para arribar
  a dichas conclusiones.
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